LO QUE PUDO SER UNA REMONTADA ÉPICA. Duatlón Cros Villa de Aranda – Virgen de las Viñas.


Por fin me estrené en el Duatlón cros, aunque este año va a ser de estrenos continuos, puesto que en el triatlón hay mil especialidades. Para ser el primer duatlón cros que hago, me lo pasé bien, fue duro por el tipo de terreno sobre el que se diseñaron los circuitos, pero divertido, a pesar de haber corrido semi-lesionado.

La salida fue rápida y tras unas escaleras y una leve rampa se catapultaba al pelotón en una bajada excesivamente rápida, para pasar a unas idas y venidas por un bonito Parque, tocando zonas de grava, de baldosa y de hierba.

Empezaba la carrera y el marcador ya estaba 6 – 0, era el último de C.D. Triatlón Parquesol. La música de fondo no animaba mucho era más bien lenta y con estrofas en latín, en principio relajante y premonitoria de la masacre que nos acechaba.

La primera vuelta al circuito a pie hicieron meya en mi lesión y me plantee abandonar la carrera, pero como podía seguir corriendo y aún no había aprendido a retirarme, fuimos poco a poco mentalizándonos de que había que ir tranquilo y disfrutando. Fui entrando en calor y deje de sufrir por el dolor del tendón de Aquiles para pasar a preocuparme de mantener el ritmo, a mantener las piernas enteras tras subir escaleras, rampas, etc. A los 3 km de carrera metía el primer gol 5 – 1, Morchón había salido demasiado fuerte a ritmo de los de Nicolas y estaba pagando el esfuerzo, más tarde se recuperaría para terminar mejor.

Me acercaba a la primera transición, el “pequeño” campeón del Club nos animaba en todas las partes del circuito, le veía en 9 ó 10 partes del mismo; habría que plantear a la Federación que a los animadores cadetes les limitasen la movilidad y no puedan hacer más de 15 km. Estaba perdiendo mi referencia “¿he pasado ya por aquí antes?”, “pero si he tardado en llegar aquí 3 minutos cogiendo el atajo ¿por dónde ha venido él?”. Ahí estaba el campo de futbol, no tenía a nadie del equipo a la vista, quedarían un tercio de las bicis, y pensé: “tengo que recuperar algo de tiempo”.

¡Qué risa! tengo que recuperar algo de tiempo. Hoy pienso que lo que hice fue no perder mucho tiempo comparado con el resto y eso que tuve echar el pie a tierra cuatro veces, 2 para no atropellar a corredores que caían delante de mí y otras dos por hacer el bruto con el cambio, en total 1 minuto aproximadamente. Cuando salí del campo de futbol y tras enfilar una recta sobre la que creí volar cual Cancelara en la Paris Roubaix, adelantando gente en curvas, en rectas, en subidas, en bajadas, y tras creer que cogería a todos los de mi equipo, mis pensamientos se hundieron en una especie de arenas movedizas, se iba cayendo todo el mundo, no había por donde llevar la rueda sin hundirla 20 cm en la arena.

Entonces veo un Naranja, y de repente se hunde en la arena, 4 – 2, «lo siento Flores, eso no se le hace a un amigo«, se cayó delante de mí y me falto pisarle la cabeza para hundirle más en la arena. Cuando por fin consigo salir levanto la cabeza y veo algún mono naranja de mi equipo, están a 100 metros de mí, pero …,  pero en vertical, con tanta gente delante, unos más y otros menos rápidos subiendo en fila de a uno, me va a ser imposible adelantar a nadie. Así que me salgo a una zona más escabrosa pero menos transitada, ¡que paliza Dios mío! Consigo llegar arriba y me lanzo cuesta abajo en una rápida bajada adelantando más gente gracias a la bici con doble amortiguación, que aconsejo para este tipo de Duatlones.

Empezamos a llanear en un falso llano que picaba hacía arriba y me junto con otro tiburón de la grava que me plantea batalla, a lo lejos veo la posibilidad del 3 – 3, “hay que apretar, el partido hay que ganarlo”. Al terminar el falso llano comienza una subida entre arbolitos en zig-zag y con más arenas movedizas, ¡qué bonito!, lo único que se oía de los pocos que decían algo: “¿quién habrá sido el capu… que ha diseñado esto?”, veo a Goyo subiendo a buen ritmo con un corredor delante de él que le entorpece, es mi oportunidad, me cojo a la rueda buena del animalito que venía junto a mí y hacía arriba con fuerza, consumado el 3 – 3, otra bajada, otra subida, más arena, y otra poca más. Si ya lo dijo el speaker antes de empezar la prueba: “yo no he diseñado el circuito, por si acaso a alguien no os gusta, pero no hay un tramo llano, o se sube o se baja”.

Cuando pensé que iba bien de fuerza y que no quedaría mucho, veo que me vuelven a mandar hacía las arenas movedizas, “no puede ser, hay que dar otra vuelta, pero si habré hecho ya 30 km en este circuito”. Pues si, así fue, otra vez a las arenas, otra vez pie a tierra para esquivar a gente y otra vez hacía adelante, consigo salir vuelvo a levantar la cabeza y otra vez monos naranjas, pero esta vez al acecho, ¡oh qué pena! Se me sale la cadena otra vez, pero rápidamente la vuelvo a meter y continúo.

Aprieto, aprieto más, llaneo, llaneo más y en la subida veo a Jesús y a Javi no muy rápido, “puedo hacer dos goles de un solo tiro”, sería el 1 – 5, no puedo perder la oportunidad y ahí voy, en la subida con arena a media rueda adelanto, pero a Javi se le debe enganchar alguna goma de pelo a mi bici y llevo el 2 – 4 pegadito al culo, aceleramos el ritmo y el pelotón de naranjas se agrupa y acelera, vamos como motos. Levanto la cabeza y no me lo creo, Emilio va delante de mí el 0 – 6 está en mi misma bajada, tengo que bajar otro piñón y con todo metido vamos a por él, “¡qué pena que hoy tengamos que acabar corriendo!”

Ya pensaba en la Victoria, que iluso, en este equipo no te puedes despistar ni un segundo. Me mandan girar a la izquierda para ir hacia la segunda transición, cuando veo que hay un pequeño repecho y llevo todo metido, cambio a lo bruto para no perder ritmo y lógicamente se sale la cadena. De repente 1 – 5, 2 – 4 y 3 – 3, vuelvo a meter la cadena y a tope a coger a Jesús, me quedó unos segundos detrás de él para respirar y le paso (2 – 3), esto es la guerra. Llego a la transición dejo la bici, el casco, cambio zapatillas, miro hacía adelante y Jesús a 30 metros por delante de mí, 3 – 3 otra vez, que mal pinta esto, tengo al tiburón del equipo a pie y delante. Las sensaciones que tengo son buenas, no me duele el tendón mucho, pero voy justito de todo. Una vuelta al circuito de subidas, bajadas y escaleras, me hacen pensar en parar en la Virgen de las Viñas para pedirla que no me hagan dar más vueltas y que la meta esté cerca. Miro hacia delante y me pongo como referencia a Jesús para no perder mucho tiempo. Ya cerca de meta, en una de las vueltas veo a Javi que lleva la cabeza de Naranjas Mecánicas, seguido de Emilio y Jesús que le va comiendo terreno. Les tengo a unos 100 m, distancia suficiente para que el empate sea el resultado definitivo.

Final del partido 3 – 3, cuarto del equipo. Final de carrera 1:35:25, puesto 43. Estoy contento, lo he pasado bien corriendo, he superado la prueba de mi lesión, aunque ahora toca seguir cuidándose porque no he mejorado de la lesión y seguir entrenando fuerte porque corriendo soy cada vez más lento (HQEM). Un poco detrás llegan Goyo, David Flores y Oscar Morchón. No penséis por lo que habéis leído que estemos en guerra en el equipo, pero como no nos pegamos en la cabeza para ganar, mantenemos este duelo entre nosotros para estar más cerca de la Victoria y seguir creciendo como Triatletas.

Además de todo esto, en el Duatlón de promoción hay que destacar la Victoria absoluta del “peque” Oscar de Nicolás, al que no dejaban participar en él de federados por su categoría Cadete, o porque no hiciese daño al resto, pero eso es otra historia que nos debería contar él, si es que puede ya que cuando desde el principio llevas la cabeza de la prueba no se ve mucho de la misma.

HQEM,

Javymoreno.

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